es de un texto que se llama: Volver a vivir.
"Dejame decírtelo como me lo digo yo.
No dejes que la rigidez del orgullo herido, ni la solemnidad de los años o los títulos, ni la amargura de la impotencia, asfiexien al hombre leal a la vida que hay en ti. Sólo él puede sonreir apenas pasada la sorpresa del dolor. Hasta no saber a veces, si las lágrimas que nos delatan son de pesar o de alegría"
No dejes que la rigidez del orgullo herido, ni la solemnidad de los años o los títulos, ni la amargura de la impotencia, asfiexien al hombre leal a la vida que hay en ti. Sólo él puede sonreir apenas pasada la sorpresa del dolor. Hasta no saber a veces, si las lágrimas que nos delatan son de pesar o de alegría"
No hay comentarios:
Publicar un comentario